Cada vez que nuestra mami vuelve de Argentina trae consigo bolsas repletas de pequeños tesoros. Esta vez no ha sido diferente. Ayer volvió a casa cargadita de alegrías. Y estamos seguros de que nos van a dar mucho juego unos cuantos ovillos de totora, que han atravesado el charco en un cesto de mimbre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario