
Pasear por Madrid sigue siendo un placer. Y si encima nos acompaña Bibi, luciendo uno de nuestros broches con ese desparpajo tan suyo, cualquier tarde se puede convertir en una tarde especial.




Lo mejor de viajar es conocer gente. Es con lo que te quedas al final de todo. Y esa gente que conociste lejos de casa, pasa a formar parte de tu día a día, y las distancias se acortan, y nada es tan grande, y nada está tan lejos.
Hemos abrigado bien al peque y nos hemos paseado por todo Madrid. Ha sido un sábado de lo más completo, de reencuentros con buenos amigos en El Bonano, de comida a base de raciones con el tío Dari, de unos tés calentitos en The Zombies, y de disfrutar del trabajo increíble de un montón de gente en dos iniciativas estupendas: el I Nudo Show Room y de la jornada de puertas abiertas de en el barrio Triball. ¡¡¡¡Nos encanta Madrid!!!